La fragua metalurgica:

"la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos" "Solo el pueblo salvará al pueblo"

lunes, 2 de febrero de 2009

Balance de la elecciones en la UOM

La semana del 22 de septiembre se realizaron las elecciones en las 54 seccionales de la UOM. Este sindicato tiene un régimen electoral indirecto, o sea se eligen directivas seccionales y congresales que eligen al Secretariado Nacional. Este proceso electoral terminó con la reelección de Antonio Caló[1] al frente del gremio. Presentar lista de oposición no es una tarea sencilla, ya que todos los candidatos titulares y suplentes, congresales y apoderados, tienen que ser delegados o haber sido; a este tipo de trabas burocráticas, se le suma, que a pesar de que en los últimos años, miles de jóvenes ingresaron a la actividad (como contratados en su gran mayoría, con los salarios mas bajos de la industria, como una fuerza de trabajo flexible, que aportaron al crecimiento industrial y a la finanzas de la UOM), pero sin sus derechos gremiales, de poder elegir o ser elegidos como delegados, mientras, argumentaban nuestros dirigentes que lo importante era "que ahora había trabajo". Otro importante aspecto, es que en los últimos años, las paritarias se han convertido en parte del paisaje habitual del escenario de la lucha salarial. Estas están fuertemente centralizadas por la burocracia, lo que deja poco margen para una lucha independiente. El “plan de lucha”, con paros de 1 hora por turno y marchas de los “cuerpos orgánicos”, estuvo controlado burocráticamente, teniendo un parcial acatamiento y la sensación que quedo después de conseguir el 28% (lo vendieron como un 32%), es de resignación “podía ser peor” “mejor que otros gremios”. Que provocó un profundo estado de desmovilización en las bases obreras, por lo cual, en muy pocas fabricas hubo planteos de rediscusión salarial una vez cerradas las paritarias. A pesar de este estado precario, se dio un incipiente proceso de recambio de delegados en algunas fábricas, pero el grado de desorganización y la falta de experiencia, no se expresó en un cambio sustancial a nivel de organización, para que surja una corriente de oposición en el imperio de la lista única. Para estas elecciones del 2008, solo hubo listas alternativas en Villa Constitución, Mar del Plata, Lujan y la Seccional Morón. El sorpresivo enfrentamiento entre dos históricos: Alberto Piccinini y Victorio Paulón en las elecciones para la conducción de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución se saldó a favor del primero, cuya lista Roja obtuvo aproximadamente el 70 por ciento de los votos. Así, con un alto nivel de participación –votó aproximadamente el 70 por ciento de los 5.308 afiliados que estaban en condiciones de hacerlo, los metalúrgicos villenses resolvieron el retorno a la secretaría general de Piccinini, que hasta aquí venía desempeñándose como secretario adjunto, mientras Paulón venía ocupando el cargo de secretario general. En las Seccionales Lujan y Mar del Plata, ni siquiera llegaron a las votaciones, ya que producto de una clásica maniobra, donde de acuerdo al estatuto, si antes de las elecciones renuncian más de 2 candidatos la lista es impugnada, por lo tanto es más fácil y económico utilizar la billetera para comprar voluntades que ir a las elecciones. El caso Morón En esta última seccional que abarca todo el oeste del conurbano bonaerense se viene dando un proceso de participación desde las fábricas que dio lugar a la presentación de la lista Celeste y Blanco "Fray Luís Beltrán", que intentó desplazar al tradicional burócrata Gerardo Charadía. La lista tuvo un carácter pluralista[2] y estaba formada por delegados de base, que en su mayoría no tenían ningún tipo de experiencia política, ni sindical. La decisión de participar e intervenir en el proceso electoral, no fue fácil, sabiendo de las distintas trabas burocráticas que hay que ir sorteando en menos de tres meses que dura todo el proceso electoral y las posteriores y posibles persecuciones al activismo que participó en la campaña apoyando la oposición. Los resultados de las elecciones fueron 70 a 30%. La perspectiva que había entre el activo que participo era mayor, ya que en las recorridas de fábricas nos encontrábamos con muchos compañeros, que después de 25 años de lista única, veían en la Celeste y Blanco una oportunidad de cambiar el modelo sindical reinante. Pero lo que no se llegó a ver, es la baja participación del conjunto de los trabajadores, producto del estado de desmovilización en que nos encontrábamos, ya que sólo voto el 15% de un padrón electoral de 7000 trabajadores[3]. Esta baja participación, no analizada a priori y las expectativas sobre los resultados, son productos de no ser consecuentes hasta el final con la caracterización de que este sindicalismo se transformó en excluyente, acentuando el carácter fragmentario de la clase trabajadora, en sintonía con los intereses del capital que procura cultivar el individualismo y la alternativa personal contra los intereses solidarios, colectivos y sociales. La crisis de representación que atraviesa todas las instituciones del país, vale también al interior de los sindicatos y, más allá de los diferentes niveles de conciencia, una amplia mayoría de los trabajadores siente un profundo rechazo por estos dirigentes y sus estructuras. Estamos en un interregno en que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no alcanza a nacer. Por estas razones nos tenemos que negar a caracterizar que los trabajadores no entienden nada o tienen un nivel de conciencia tan retrasado por el cual no identificaría a estos viejos burócratas como uno de los problemas centrales a enfrentar, sino que, un importante sector, no creen mas, que la solución de sus problemas pasa por la forma sindicato, como única forma de resolver sus problemas cotidianos en el lugar de trabajo. Posiblemente estos problemas de caracterización, estuvieron también en la campaña, ya que centramos la misma en presentar otro modelo sindical posible, democrático y participativo, que defienda las condiciones de trabajo, el salario, la seguridad laboral, los recursos de los afiliados y los problemas de la obra social; pero no fuimos a fondo o no dimos la batalla al interior de la agrupación para marcar a fuego que esta tradición sindical ha perdido credibilidad y a debilitado al sindicato mismo como herramienta de lucha , como instrumento de presión y negociación. La pregunta inevitable que surge es: ¿fue correcto presentarse? ¿Valió la pena tanto esfuerzo?. Posiblemente, hoy no tengamos una respuesta acabada, ya que el proceso no terminó y dependerá de que tipo de respuesta demos ante los casi seguros ataques de las patronales y el sindicato hacia los compañeros más vulnerables (activistas jóvenes y empresas mercerizadas). Un elemento que ayuda a resistir el posible embate, es la movilización unitaria y solidaria de mas de 100 compañeros el día del escrutinio, fundamentalmente por el aporte solidario de clase de los compañeros de Rompiendo Cadenas, el FPDS y otras organizaciones sindicales y políticas, Lo que si estamos seguros, es que se abre un paciente y sostenido trabajo de base para organizar y formar a aquellos activistas que de una u otra forma participaron de la campaña, a los que fueron candidatos, a los más de 30 fiscales, aquellos compañeros que en cada fabrica llevaron adelante y defendieron las propuestas de la lista, y aquellos que no fueron a votar, pero nos expresan en cada charla, en cada ronda de mate, de que “sigamos”, “que mantengamos lo logrado”, etc., . Otra perspectiva que se abre, pero donde hay que ser muy cuidadoso, es que el triunfo o la buena elección en las mas importantes empresas de la zona, abre la posibilidad real de aumentar la cantidad de delegados en actividad que hoy conformamos la lista, ya que de ahora a diciembre se desarrollan elecciones de delegados en casi todos los establecimientos que hoy tienen organización al interior de la fábrica[4]. Seguramente los tiempos por venir no serán fáciles, un nuevo cuadro de situación se ha instalado a partir del estallido de la crisis económica mundial, ya estamos viendo como afecta la actividad industrial y sus consecuencias sobre el empleo Como ocurre en estos casos los empresarios querrán hacer pagar los platos rotos a los trabajadores. Con la crisis suspenderán, despedirán, adelantaran primero las vacaciones para desarmar la resistencia en el interior de las fábricas y lugares de trabajo para hacer más fácil los despidos a la vuelta de las vacaciones. Mientras, tratan de plantear las suspensiones y los despidos como una consecuencia “natural” de la crisis en la que ellos no tienen culpa. ¡Es la ley de Dios!. Las patronales tratarán de golpear, de acumular stock y luego despedir para hacer una “limpieza” de los compañeros más destacados como organizadores en las filas obreras.Ante esta situación, debemos reafirmar una vez mas que nuestra perspectiva estratégica debe ser la de aportar al desarrollo de la autoactividad y autoorganización de los trabajadores metalúrgicos, lo que seguramente tendrá un fuerte trabajo paciente y clandestino marcado por la nueva situación abierta en el camino del desarrollar organizaciones de base, y sabiendo que se trata de una tarea global, organizativa-sindical pero también política y cultural [1] Luego de la muerte de Lorenzo Miguel, las dos agrupaciones que están a la sombra cerraron en este gris personaje como sucesor y como prenda de unidad [2] La lista estaba conformada por algunos de origen peronista (Kirchneristas críticos), de izquierda (no partidaria), y la mayoría y en especial los jóvenes, a-políticos. [3] Es evidente que el padrón esta inflado, figuran jubilados, muertos, y trabajadores flexibles que seguramente están desocupados o en otra rama industrial; pero igual un estimativo que realizamos es hay mas de 4000 trabajadores en actividad, por lo cual, el nivel de participación sigue siendo bajo. Un ejemplo es que el primer día de las elecciones hubo urnas en 27 establecimientos, con un padrón estimativo de 1600 trabajadores, solo votaron 600 trabajadores. [4] La importancia de las elecciones de delegados y la predisposición de los compañeros a presentarse, no solo responde a avanzar en la organización al interior de la fábrica, sino que sirve como respuesta legal y de protección ante posibles despidos.

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