La fragua metalurgica:

"la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos" "Solo el pueblo salvará al pueblo"

viernes, 22 de abril de 2011

Paritarias y acciones: Relaciones peligrosas entre Techint y la UOM

> Muchos gremios salieron a fin de año a pedir aumentos de emergencia ya que habían quedado desvalorizado los acuerdos paritarios, la UOM también empezó un reclamo de 1500$, hasta la apertura de paritarias (1/4/2011), después bajó a 1200$ y terminó arreglando dos meses después 800$ en dos cuotas para unos pocas ramas, ¡hoy todavía muchas fabricas no los pagaron! , ya que solo firmaron con las 4 cámaras empresarias más chicas. Y que hizo la UOM, nada, lo dejo a la negociación en cada fábrica, ni siquiera salió con los tapones de punta contra el grupo Techint que por claras cuestiones políticas viene trabando toda negociación, frenando inclusive una resolución del Ministerio de trabajo y amenazando a las pequeñas y medianas empresas con no entregarle acero si no se les hace caso. En consecuencias hoy entramos a las paritarias divididos, sin poder sentar en una sola mesa de negociación a todos los empresarios y sin saber claramente cual es el pedido de aumento. Techint es claramente quien marca el paso. Este grupo que siempre vivió a costilla del Estado, o sea de todos los argentinos lo sufrimos, que se expandió fuertemente con la privatización de Somisa (mas que privatización fue un regalo), que durante la dictadura se endeudo y nos paso la deuda externa a todos, cuando los milicos con Cavallo estatizaron la deuda de las grandes empresas, mientras hacían estos negocios, en las plantas de techint (Propulsora y Siderca) desaparecían verdaderos delegados y trabajadores luchadores); en la década de los 80 se beneficio con la “promoción industrial” y recibió distintos tipos de prebendas; y hasta con el gobierno de Kirchner fueron el grupo que mas aprovecho los proyectos de inversión que supuestamente iban a ir para las pequeñas industria (en solo dos proyectos recibió 137 millones a bajo interés para invertir). De esta forma se fue transformando en una multinacional con fuertes inversiones en todo el mundo. Pero este avance del monopolio tiene otra cara: la precarización laboral. En Somisa hacia falta 12 horas hombres para producir una tonelada de acero líquido, hoy lo realizan con solo 3, 5 horas hombres, pero hay otra diferencia antes todas esas horas hombres eran de personal de planta permanente con todos los beneficios, hoy en todas las plantas (7) de Siderar trabajan 10.000 trabajadores de los cuales 5.000 son de planta permanente con todos los beneficios y mejores salarios, y los restantes compañeros (los otros 5.000) son tercerizados, divididos en más de 20 empresas, con salarios que promedian la mitad de un efectivo, en peores condiciones de seguridad e higiene (de los últimos 10 accidentes fatales, el 80% eran tercerizados), etc.. Esta situación de los trabajadores esta amparada, por un lado por los dirigentes sindicales, que como Pedraza mantienen sus negocios y por el otro por el propio Ministerio de trabajo, que conoce esta situación pero mira para otro lado. Ahora, cuando el gobierno decide tibiamente controlarlos más de cerca, colocando la cantidad de directores que le pertenece por la cantidad de acciones que maneja (25,7%) producto de la estatización de las ruinosas AFJP, se niegan a aceptarlo, quieren manejar las enormes ganancias que tienen año a año sin que nadie le diga que hacer, por ejemplo invertir más en el país. Pero lo curioso es que nuevamente la UOM ampara al monopolio y en la asamblea de accionistas el director de la UOM (que mantiene desde la privatización) vota con Roca, e impide que se modifique el directorio. Es verdad, que esta situación de que el Estado tenga un director mas o menos (ya tenía uno y jamás denuncio por ejemplo la tercerización) no le va a cambiar la vida a los trabajadores, pero esta pulseada deja en evidencia y al desnudo a todos los actores de esta comedia por el poder. Por un lado, Techint relanza dos objetivos históricos: una mayor explotación, y paralelamente -como condición para lograrlo- un mayor control y dominación de los trabajadores y por el otro mantener su posición dominante en el “mercado”; por el otro, los dirigentes de la UOM que dejan a las claras que están más para mantener sus negocios que en defender a los trabajadores, y por último, el gobierno que si realmente quiere avanzar sobre este grupo, la mejor manera no es poner uno o dos yupis más de la “campora”, sino dejar libremente a que los trabajadores puedan organizarse para enfrentar el poder del capital dentro de las empresas y fuera de ellas