O le le; O la la, sino pagan el premio, la vamos a estatizar; coreaban cientos de gargantas frente al Catalinas, edificio donde se concentra parte del verdadero poder. Una gran parte de las lujosas oficinas, las ocupan el Holding Techint, principal accionista de las siderurgias Tenaris y TerniumSiderar. Es que la bronca había estallado en las distintas plantas. ¿Qué había pasado? Es que los Roca, con el argumento de la crisis económica, se niegan a pagar lo que corresponde de un premio por las ganancias de la empresa (P.R.P.) que reciben los trabajadores, desde la privatización de SOMISA.
“Empezamos complicado el 2009, pero tenemos un plan para enfrentarlo” nos anuncian desde la revista ConSiderar, que becarios precarizados, reparten a los trabajadores en la puerta de las distintas plantas. En consecuencia apenas, estallo la crisis económica mundial, comenzaron con adelantar vacaciones, luego a suspender y en algunos casos a despedir en el eslabón más débil: los trabajadores contratados y tercerizados, ahora anuncian un pago del premio que no se corresponde con las ganancias extraordinarias que vienen obteniendo. Ahora, queda claro cual es el plan que tienen: que la crisis, en vez de pagarla los que la generaron, la terminen pagando los trabajadores.
Pero los números son contundentes: 1.000 millones de dólares ganaron entre Tenaris y Siderar durante el 2008, y con solo 27 millones pagarían el premio que le corresponde a cada trabajador. ¡Solo se esta reclamando el 2,7 de las ganancias!
Su plan es claro, y entre los trabajadores el debate quedo abierto, como lo expresaba un cartel llevado por un trabajador, con una mascara de Chávez, antes de que fuéramos reprimidos por la federal: “Somisa volve. Basta de ladrones”-
La careta conmemora el triunfo de los siderúrgicos venezolanos, cuando el gobierno de Chávez nacionalizo Sidor de manos de los mismos chupasangres. Mientras que el cartel, al que acompañaba una foto del Gral. Savio, nos trae a la memoria una frase que representaba a SOMISA: “la industria del acero es la primera de las industrias y constituye un puntal de nuestra industrialización. Sin ella siempre seremos vasallos.”
Por otra parte los mismos dirigentes que durante los 90, permitieron la privatización, ahora dejan correr este sentimiento, no porque lo compartan, sino para ver si puede sacar una mejor tajada en una mesa de negociación. Los trabajadores siderúrgicos debemos recuperar este sentimiento e iniciar un camino de una lucha consecuente, un debate en serio, sobre la necesidad, de que los importantes recursos que significa la industria siderurgica, en vez de estar bajo los principios de la competencia y el beneficio, sean puestos al servicio del desarrollo del país y en beneficio de toda la sociedad.
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