Reproducimos texto Gustavo Galeano.
Para “La Voz del Obrero”, 17 de noviembre de 2017.
Cientos de trabajadores metalúrgicos de diferentes fábricas se movilizaron esta tarde al sindicato de la UOM Quilmes para exigir un Congreso Extraordinario que plantee como van a enfrentar la reforma laboral que impulsa el gobierno y las Cámaras empresarias en busca de bajar los sueldos, aumentar ritmos laborales y eliminar derechos.
Ante la pasividad de las direcciones sindicales que no hacen nada frente al avance de despidos, suspensiones y el avance de reformas laborales que lleva a los trabajadores a situaciones de extrema pobreza, dejando las relaciones laborales al completo antojo de las “necesidades empresarias” los metalúrgicos quilmeños explotaron y exigieron a sus dirigentes que se tomen las medidas para enfrentar el ataque a los sueldos y a los derechos de los trabajadores.
Francisco “barba” Gutiérrez, el Secretario General de la UOM Quilmes y Secretario de Interior de la CGT unificada debe estar contando las horas para concretar su visita al Papa, planificada para la semana que viene junto a la comitiva de la CGT. Seguramente aprovechará para solicitarle toda la ayuda divina posible para sacarse el trago amargo de hoy. Justamente, mientras el conjunto de la clase obrera esta pendiente del peor ataque en la historia de un gobierno que se plantea destruir todos los derechos laborales y sociales, las direcciones lejos de plantearse un plan de lucha, planifican un viaje a Roma para una entrevista con el Papa.
No existen vacíos en la historia.
Los planes de reforma laboral que buscan achicar el salario, aumentar los ritmos de trabajo, descartar al trabajador que no les sirve, eliminar toda responsabilidad en los accidentes. La reforma laboral que quiere cambiar la vida de la clase obrera y transformarla en esclavitud desechable no es enfrentada en lo mas mínimo por las direcciones sindicales.
La UOM misma la semana pasada acaba de firmar un acuerdo que congela los salarios metalúrgicos de Tierra del fuego por dos años. Dos años sin aumentos de sueldo. Mientras tanto, las tarifas, los alimentos, el transporte, la vida sube sin contemplación. Esa entrega, ese acuerdo nefasto que firmó la UOM con Antonio Caló a la cabeza, secundado por Oscar Martínez de la UOM Río Grande es el precedente que buscan las patronales para avanzar en el achique salarial.
Los compañeros de Quilmes se merecen las mejores felicitaciones. Todos debemos imitar sus acciones. Ellos marcan el camino.
No podemos esperar que las conducciones se muevan. Hay que forzarlas a salir.
En todo el país debemos impulsar el reclamo de Congreso Extraordinario para resolver democráticamente como enfrentar la reforma laboral. Cada empresa debe convertirse en una asamblea que recoja las inquietudes de los compañeros, que proponga las medidas a llevar adelante, que haga de la democracia obrera la herramienta para alzar la voz en contra del ataque del gobierno de Cambiemos.
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