La fragua metalurgica:

"la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos" "Solo el pueblo salvará al pueblo"

lunes, 2 de septiembre de 2013

Trabajadores de la metalúrgica Allocco reclaman la regularización de pagos, la continuidad de 200 puestos y denuncian que una multinacional belga esta vaciando la compañía.


Víctimas del vaciamiento
Por Mariano D’Arrigo, desde Rosario. Trabajadores de la metalúrgica Allocco reclaman la regularización de pagos, la continuidad de 200 puestos y denuncian que una multinacional belga esta vaciando la compañía.

Allocco es una fábrica ubicada en Villa Gobernador Gálvez, una ciudad vecina al sur rosarino, y produce maquinarias e insumos para la industria aceitera, tanto local como mundial. En 2011 facturó 38 millones de euros, y en su cartera de clientes figuran pesos pesados del sector como Renova, AGD, Bunge y Molinos.
Sin embargo, la planta de Allocco está paralizada. Hace cinco meses que los trabajadores no cobran su sueldo. Se presentan cada día para cumplir su horario y defenderla de lo que caracterizan como un lock-out patronal.
“Allocco es una empresa con 60 años de existencia, única en su rubro en Latinoamérica y de las que hay muy pocas en el mundo”, afirma Aníbal, un ingeniero que trabaja en Allocco. Era una empresa familiar, que llegó a emplear a 204 trabajadores y, reconoce, “tenía muy buenos salarios, superiores a los habituales en el sector”.
Tras la caída de la convertibilidad, Allocco comenzó a exportar maquinaria a Europa, y se asoció a Desmet, una multinacional de capitales belgas y franceses y rival de la empresa local. “En 2006, 2007, Desmet compró la totalidad de las acciones de Allocco, en una clara maniobra de eliminación de la competencia”, sostiene Aníbal. Y subraya una paradoja: “En 2011 se logra el récord de facturación de la compañía, y al mismo tiempo se genera una deuda millonaria. Tercerizaron equipos y dejaron de pagarle a proveedores”.
Los trabajadores también destacan el papel de Marcelo Markous, quien compró Allocco en 2012 por 8 millones de dólares y desde septiembre del año pasado preside su directorio. Recuerda Aníbal: “Nos lo presentaron como alguien que se hacía cargo de empresas en crisis”.
Markous es un empresario que asesora a La Serenísima y es dueño de Dinámica Aplicada, una de las tres fábricas en el mundo que produce instrumental para la industria nacional. En la década del noventa trabajó para el Exxel Group, el grupo inversor que a través de complejas y audaces maniobras financieras –algunas de ellas, investigadas por la justicia- compró, por ejemplo, empresas de medicina prepaga, Argencard, Musimundo, Freddo, Supermercados Norte, OCA y otras compañías vinculadas a Alfredo Yabrán.
“Desde que entraron ellos (por Markous) la empresa fue en declive”, sostiene Leonardo, otro de los voceros, y denuncia que los directivos “no dan la cara desde hace 30 días”.
Casualidad, o no, el gerente general de Desmet Ballestra Argentina, la filial de la anterior dueña y rival de Allocco, es Fernando Markous, hermano de Marcelo.
Respuestas insuficientes
En las últimas dos semanas, los trabajadores profundizaron la movilización. Primero acamparon frente al Ministerio de Trabajo de la provincia, y llegaron incluso a encadenarse. Luego marcharon hacia la sede local de la AFIP y la ANSES, donde funciona una delegación del Ministerio de Trabajo de la nación, y hasta la gobernación santafesina.
Hasta ahora, los ofrecimientos de los funcionarios están muy lejos de las necesidades de las familias. La provincia entregó una única ayuda social de mil pesos por trabajador, y en la dependencia nacional les ofrecieron un bolsón de comida y la posibilidad de gestionar en diez días un subsidio de 800 pesos por el Programa de Recuperación Productiva (REPRO), para empresas en crisis.
Aníbal evalúa que “la respuesta del estado ha sido magra” y destaca “la deuda de 12 millones de pesos que tiene el estado nacional con Allocco, en devolución de exportación y bonos, que cubriría largamente la deuda que mantiene con los trabajadores”. “Incluso”, proyecta, “podría inyectarse para comenzar a comprar insumos, ya que la empresa se encuentra operativamente detenida por el lock-out patronal”.
Las mujeres, sostén fundamental
Jesica es compañera de Hernán, uno de los trabajadores en lucha, e integra Mujeres de Allocco, un colectivo nacido del conflicto: “Surgió cuando fuimos a ver a nuestros maridos encadenados en el Ministerio de Trabajo y salimos a apoyarlos”.
Todos los lunes se juntan en la fábrica y se organizan. Arman los bolsones con las donaciones que llegan y se turnan para participar de las reuniones y de las marchas.
La falta de ingresos desde hace cinco meses genera problemas cotidianos: “Nos preocupa mucho la falta de obra social, hay muchos chicos con tratamiento, que se tienen que operar, bebés que necesitan su leche materna, que no pueden ir a la escuela porque no tienen útiles”.
Pero Jesica no se resigna: “Si nosotras bajamos los brazos, nuestros maridos también. Hay que aguantar, y darle mucha fuerza a ellos para sigan”.
Perspectivas
El viernes los trabajadores tuvieron una audiencia con la viceministra de trabajo de la provincia, que pasó a cuarto intermedio hasta el martes. También mañana un grupo de obreros viajará a Buenos Aires junto a directivos de la UOM, para tratar de tener una reunión con el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada. Además, el sábado realizarán un festival cultural en la misma planta, con el que buscan fortalecer el fondo de huelga.
A pesar del cansancio y el desgaste, Matías, otro de los voceros, asegura que “el grupo está unido, tiene el apoyo de movimientos políticos, estudiantiles, sindicatos”.
Leonardo destaca el aprendizaje de la lucha: “Esto es algo totalmente nuevo para nosotros. Nos hemos burlado porque no sabíamos prender ni una cubierta (risas). Estamos apostando el todo por el todo para que dejen de jugar con nuestro salario”. Y resume el momento actual: “Pedimos al estado nacional y provincial que se hagan cargo de los sueldos atrasados, y que después los tiempos y los trámites burocráticos los cubran ellos. Mientras tanto, nosotros seguimos en lucha”.

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