La fragua metalurgica:

"la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos" "Solo el pueblo salvará al pueblo"

sábado, 4 de septiembre de 2010

BLOQUEOS DE CAMIONEROS Y OCUPACIONES DE METALÚRGICOS

Desde el martes 17 de agosto, todas las plantas de la empresa Siderar, del grupo Techint, fueron bloqueadas por el Sindicato de Camioneros. Un grupo de delegados y dirigentes donde se imponían las prendas de color verde con la leyenda “Moyano conducción” impedía el ingreso de camiones con insumos y materias primas y el egreso de materiales terminados. A medida que pasaban los días, las distintas líneas de producción dejaron de funcionar y para el sábado 21, las tres plantas que realizan productos terminados -Florencio Varela, Haedo y Canning- quedaron paralizadas totalmente y en la planta de San Nicolás debieron bajar la carga del Alto Horno. A pesar de las formas y métodos, muchas veces ajeno a los propios camioneros que defienden, el reclamo del sindicato es justo, ya que los casi 4000 choferes que prestan servicio para Siderar pertenecen a empresas tercerizadas y subcontratadas. Estas transportistas no sólo violan las leyes laborales, sino que mantienen una deuda previsional que llegaría a los 3,2 millones de pesos, un pasivo reconocido por los mismos empresarios. El gremio de camioneros apoya este reclamo puntualmente en el artículo 29 de la LCT: “la empresa para la cual los trabajadores presten o hayan prestado el servicio responderán solidariamente de todas las obligaciones emergentes de la relación laboral y de las que deriven del régimen de seguridad social”. “Este reclamo va contra el centro de la política de los dos oligopolios siderúrgicos, Acindar y Techint, que desde la reconversión productiva en la década de los 90 basan su producción en la tercerización de servicios y sectores productivos. Esto llevó a que en la actualidad haya más trabajadores tercerizados que personal propio, provocando una verdadera precarización laboral, salarial y de las condiciones de trabajo y seguridad laboral”, explica Carlos González, delegado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en la planta de Haedo. Del otro lado del mostrador, los camioneros encuentran un oponente poderoso, dispuesto a dar pelea: el grupo Techint rápidamente alineó detrás suyo las distintas cámaras empresarias -UIA y AEA- y a las principales empresas de medios de comunicación. Y además intenta llevar a un enfrentamiento entre los trabajadores. El sábado 21 los representantes de la empresa llamaron a reunión a las distintas comisiones internas de LA UOM. En las reuniones en las tres plantas que están paralizadas propusieron que el personal se tome 2 días de vacaciones adelantadas: el domingo y el lunes. La propuesta es rechazada, pero “para descomprimir la situación” se acepta que los compañeros que tengan francos compensatorios pendientes se lo tomen en esos días. Sin embargo, el lunes por la mañana el grupo económico vuelve a provocar, declarando de hecho un lockout patronal: vaciando las plantas, tanto de personal propio como contratado, y suspendiendo mediante un comunicado a todo el personal sin goce de haberes. Ane las novedades, los trabajadores metalúrgicos en las tres plantas deciden no sólo rechazar las suspensiones sino ocupar las plantas que habían sido cerradas con cadenas por parte de la patronal. Además, montar campamentos en cada una de las puertas junto a los camioneros. Recién el martes, en las primeras horas de la tarde, el Ministerio de Trabajo dicta la conciliación obligatoria y los camioneros levantan su bloqueo, pero las plantas no vuelven a la normalidad hasta que no haya un compromiso de la empresa en pagar las horas perdidas, tanto al personal propio como contratado. Esta reivindicación, por estas horas, forma parte de las preocupaciones del personal y de los diálogos entre los representantes empresarios y los delegados sindicales. El conflicto no está cerrado, y las fuertes declaraciones de los días pasados hacen evidente que Techint, junto al conjunto de la gran patronal, está dispuesto a enfrentar el poder de Moyano. Para eso no se descarta que vuelvan las presiones sobre los mismos metalúrgicos, intentando que vayan a un enfrentamiento de intereses con los camioneros. De acuerdo a González, no hacerle el juego a Techint implica abrir la participación y tender puentes de solidaridad entre ambos sectores, como se vivieron en los campamentos de la última semana. “Los trabajadores debemos actuar en unidad, no cediendo a divisiones que nos quieren imponer los poderosos. Para eso se deben democratizar y masificar las acciones, no puede ser una pelea de aparatos”, explica. “Los verdaderos trabajadores camioneros tienen que ser parte de estas medidas y no como ocurre, que los bloqueos queden en manos de una patota organizada por los Moyanos, donde los laburantes la miran desde afuera. Y los trabajadores metalúrgicos debemos asumir que es necesario terminar con ese sistema perverso que es la tercerización y precarización laboral, organizando una pelea unificada para que todos tengamos a igualdad de trabajo, igualdad en derechos, salarios, beneficios y la misma estabilidad laboral”.

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