La fragua metalurgica:

"la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos" "Solo el pueblo salvará al pueblo"

domingo, 25 de diciembre de 2011

Seccional Morón: la pelea por el sillón

La dirigencia burocrática de la UOM Morón viene arrastrando una división interna, casi desde que asumieron un nuevo mandato hace ya tres años. Las peleas al interior de la agrupación que conduce la seccional desde hace dos décadas, no son para ver que sector apoya y defiende mejor a los trabajadores, tampoco es porque tengan acalorados debates políticos sobre lo que es mejor para los trabajadores metalúrgicos, para esto no le da. La pelea es claramente por razones de poder y privilegio, para ver quien sigue atornillado al sillón, cuando se jubile el burócrata mayor. Porque cuando se trata de defender a los trabajadores metalúrgicos, siempre estuvieron en la vereda de enfrente. Por ejemplo, este año despidieron no solo trabajadores Tercerizados en Siderar, sino a los dos delegados y no solo miraron para otro lado, sino que funcionaron como agencia que reclutó trabajadores para carnerear la lucha de los compañeros. Pero pasa en muchas fábricas, cuando despiden a los trabajadores la única respuesta que consiguen es “si te pagan, no podemos hacer nada”, y no hacen nada, nada contra la agencias, nada contra las pésimas condiciones de trabajo y seguridad que vivimos todos los días, etc., etc., Tampoco son los reyes de la democracia, hace casi un año que no hay un congreso de delegados. (eso sí asados y permisos gremiales para comprar voluntades hay todas las semanas). Y ni que hablar del aspecto social, seguimos siendo una de las pocas seccionales, que no cuenta con internación, seguimos sin tener lugares de esparcimiento , y así podemos seguir con un largo etc. Ahora, después de un salto en esta pelea interna, ya con agresiones físicas van a resolver sacándose los trapitos sucios y ver quien tiene más poder. Una primera conclusión, es que, con dirigentes como estos, que no sufren ni viven lo que padecemos los trabajadores metalúrgicos, se hace muy difícil, recuperar el salario, defenderse de los despidos y suspensiones y trabajar para tener una vida más digna. Necesitamos transitar otro camino, un camino de unidad, la unidad de los de abajo, desde cada taller o fabrica, decidiendo democráticamente entre todos, recuperando un protagonismo de lucha y movilización.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Asunción del nuevo gobierno de Cristina: Problemas locales y globales

Para algunos monopolios mediáticos el impacto de la crisis mundial tiene forma de catástrofe y para el otro monopilio estamos "blindados", ni una cosa, ni la otra, pero ambos coinciden esconder la situación que empezamos a vivir los trabajadores de la industria especialmente los metal mecánicos y los siderurgicos. Ya hay suspenciones en grandes fábricas (Peugeot, Renault), despidos y rebajas de sueldo (meca castelar), adelantos de vacaciones, despidos encubiertos de tercerizados (acindar). La UOM en su afan de lograr un puestito en la CGT, se calla la boca, mientra los trabajadores empezamos a vivir las consecuencias. Los trabajadores debemos empezar a discutir como hacemos frente a la crisis y que no seamos nosotros los que paguemos los platos rotos, debemos exigir asambleas, congresos de delegados, para que seamos nosotros mismos los que tomemos el toro por las astas. x Julio C. Gambina :El problema para la Argentina no es solo la desaceleración de Brasil, principal socio comercial del país. China se convirtió en el otro gran vínculo comercial Debido a los dos días feriados del 8 y 9 de diciembre, tenemos una semana corta en la Argentina, con muchas definiciones para pensar la economía que se viene, no solo por anuncios locales, sino también por la continuidad y gravedad de la crisis, especialmente en Europa y EEUU. Veamos los fenómenos locales. A pocos días de instalarse el nuevo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) se develará a los integrantes del equipo económico y con ello algunas hipótesis sobre continuidades y rupturas. Entre estas últimas, se empezaron a elucidar luego de las elecciones de octubre, y están en proceso de desarrollo, especialmente la eliminación de los subsidios a los servicios de agua, luz y gas. Es casi una rutina semanal las conferencias de prensa del gobierno otorgando precisiones sobre un proceso que por ahora no alcanza al 10% del total de subsidios, pero que se reconoce se ampliará con el correr del tiempo. La incógnita se irá develando a medida que transcurra el nuevo gobierno, reconociendo que tendrá impacto sobre los sectores medios, restringiendo otras posibilidades de consumo. Es cierto que por ahora, los anuncios afectan a empresas y residentes que conforman la elite económica, y se reconoce la imposibilidad de sostener una política generalizada de subsidios, especialmente en la zona metropolitana, asumida como una discriminación hacia el resto del país. La preocupación pasa también por la incidencia en los precios, con aumentos en diferentes rubros y que afectan la evolución y el crecimiento de la economía argentina en momentos de pronósticos a la baja de la expansión mundial. Situación fiscal y del comercio exterior Hay que reconocer que la motivación sustancial alude al cambio de la situación fiscal, que hace tiempo dejó de ser holgada y se comenzó a transitar por zona de déficit, lo que se agrava con las necesidades de divisas para atender los pagos de la deuda pública. La falta de divisas está motorizada por una tendencia a la disminución del superávit comercial. Como forma de enfrentar la situación se destacan las conversaciones sostenidas la pasada semana entre las presidentes de nuestro país y Brasil en Caracas, en ocasión de realizarse la reunión de la CELAC. Es que Brasil es, desde hace mucho tiempo, el principal socio del comercio exterior de la Argentina, y acumula durante los años de crecimiento (2003-2011) importantes déficit del balance comercial, especialmente agravado con la expansión de la producción automotriz. Como la producción de autos es una industria de ensamble, la mayor fabricación supone el ingreso de mayores volúmenes de autopartes, contribuyendo así al deterioro de las cuentas externas. Solo el 23% de las autopartes son de producción local, mientras que el 77% restante son importadas. Se estima que el déficit comercial de autopartes puede llegar este año a casi 8.000 millones de dólares. La gravedad del asunto incide en la pérdida de puestos de trabajo de una tradicional actividad industrial, que por las modificaciones estructurales de industria de armado, tiende a desaparecer empresas pequeñas y medianas de tradición en el sector. Entre las preocupaciones locales figura también el elevado costo del dinero producto en la coyuntura de las medidas adoptadas para restringir a compra venta de divisas. El costo del crédito aparece elevado y conspira con la necesidad de mantener elevado el nivel de actividad y consumo. Preocupaciones por la crisis mundial En el ámbito global se esperan decisiones de peso en Europa, cuando ya se conocen importantes ajustes en la economía italiana, por disminución de gastos sociales del Estado, principalmente en salarios y asignaciones previsionales, como restablecimiento de impuestos e incrementos de alícuotas, caso del IVA. Se trata de unos 24.000 millones de euros, unos 32.000 millones de dólares. Una mitad son recortes y el resto para la promoción y el crecimiento de la actividad económica. Decisiones graves asumidas en día domingo en la perspectiva de continuar eliminando el “Estado de Bienestar” europeo. Lo previsible es el descontento y el conflicto social especialmente motorizado por los sindicatos. La imagen del ajuste italiana anticipa otras decisiones importantes en la semana sobre la continuidad de la zona euro, por lo menos, tal como se la conoce hasta ahora. Entre las principales decisiones aparece la política fiscal conjunta y la necesidad de involucrar al Banco Central Europeo en el salvataje de las impagables deudas públicas. El problema es que ya no se trata de una crisis en la periferia europea, sea Grecia o Portugal, sino que se instala en la tercera potencia de la zona del euro, Italia, y compromete a las hegemónicas, Francia y Alemania, especialmente por el carácter acreedor de sus sistemas bancarios. La “austeridad” es hegemónica en la política europea y eso preocupa por el horizonte recesivo que devuelve. Por ese lado debe analizarse la gira del responsable del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, recorriendo las principales plazas del viejo continente en encuentros con los titulares de economía y los bancos centrales. El mensaje de EEUU pasa por animar a una mayor intervención estatal con involucramiento de las autoridades económicas y monetarias para sostener el nivel de actividad europeo que afecta gravosamente la continuidad y profundidad de la crisis mundial del capitalismo. Por la crisis mundial, el capitalismo, en el diagnóstico estadounidense, requiere de una fortísima intervención estatal, para sostener con recursos fiscales, aún con mayor deuda, la actividad económica, de lo contrario el horizonte recesivo puede transformarse en depresión. Más aún, lo que preocupa es el descontento y posible escalamiento de la conflictividad social. Muy cerca está el 2009 y su recesión mundial, temida en estas horas como pronóstico para el 2012. La recesión europea y la desaceleración estadounidense preocupan a China, la “fábrica del mundo”, que teme por la reducción de las compras desde el resto del mundo, en especial de los principales compradores de Europa y EEUU, lo que afecta la continuidad del crecimiento del gigante asiático y su carácter de locomotora del crecimiento mundial. Entre otras cuestiones, es una situación que alimenta la conflictividad en China por paros productivos o relocalizaciones y readecuaciones de una producción a la que se le achican los mercados donde colocar su producción, no siendo tan evidente el reemplazo de un mercado externo altamente solvente por uno interno, masivo, sí, pero de menor capacidad de consumo. Lo global incide en lo local Como se puede apreciar, el problema para la Argentina no es solo la desaceleración de Brasil, principal socio comercial del país. China se convirtió en el otro gran vínculo comercial. Las perspectivas de la economía mundial inciden a la hora de pensar el futuro cercano de la evolución económica del país. Por eso, las perspectivas de análisis tiene un ojo centrado en las decisiones locales, y otro mirando al exterior. Las perspectivas son de crecimiento de la cosecha con gran volatilidad de precios, no siendo tan clara la continuidad de precios internacionales en alza. Queda claro que la situación mundial no resulta ajena en la evolución económica local. Que lo que está en discusión es el capitalismo mundial y sus formas de producción y relaciones sociales, algo que necesita estar más presente en el debate del orden económico local y regional. Con la CELAC se potencian los vínculos políticos regionales. Resta avanzar en mayores articulaciones productivas, económicas y financieras que le otorguen volumen e independencia a la región en un momento de potenciación de la crisis mundial. Son reflexiones para pensar el presente y futuro del país, su inserción regional y global. El capitalismo en crisis es motivo de discusión y de incertezas, que demanda un debate en profundidad sobre el modelo productivo y de desarrollo. Es una cuestión que apareció en la discusión entre los gobiernos regionales en la CELAC, con algunos radicando sus objetivos y rumbos en la recreación de las políticas liberalizadoras y de acercamiento a los centros de poder mundial, especialmente EEUU; y otros llamando la atención sobre las necesidades de pensamiento y prácticas independientes con horizonte de emancipación. Resulta de rigor destacar que existieron opiniones que transitan un discurso más allá de una u otra de las variantes sustentadas, entre ellas, las de la Argentina.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Los jóvenes y los sindicatos: Banderas en tu corazón

Por la fragua metalurgica:Muchos hablan del regreso de la juventud a la política. La militancia ha sido una palabra que después de menospreciarla, fomentando el “no te metas”, hoy vuelve a ser repetida por periodista, políticos y sindicalistas. Algunos preocupados, como Clarín y La Nación, y otros pretendiendo vender un molde de militancia, como “678” . Nos hablan de la vuelta de algo que para nosotros no es una novedad, porque somos parte de esa generación que dio a luz la vuelta de la política: lo hicimos en las calles en las jornadas de diciembre del 2001. Es que en realidad, nos quieren vender como “novedad” la construcción de una juventud digitada desde el propio estado, desde las mismas oficinas y pasillos de la Casa Rosada y desde las viejas estructuras sindicales. Nos dicen también, que estamos recuperando el espíritu de la maravillosa juventud de los 70, pero mientras esos jóvenes que soñaban con un mundo mejor, en su militancia en las fábricas y talleres, el canto que los unificaba era el “Se va a acabar la burocracia sindical”. Los viejos burócratas sindicales (muchos todavía hoy están atornillados en sus sillones) respondían cantando “Los sindicatos son de Perón”. Te preguntamos ¿no retumban hoy en tus orejas estas melodías? Por eso te decimos que la burocracia sindical no es una novedad en la historia argentina: ahí está su papel como buchones de la dictadura, e incluso antes, como parte de la Triple A, cuando enfrentaban con los sectores populares dentro y fuera del peronismo. Este poder, de apretar, de hacer negocios, se mantiene básicamente a partir de un modelo sindical verticalista, mediante el cual las organizaciones de base de los lugares de trabajo, para negociar legalmente con la patronal, se tienen que subordinar a las comisiones directivas centrales, que además manejan con exclusividad los fondos que son de los trabajadores sin ningún mecanismo de participación real. También nos dicen que mientras el país se hundía bajo el neoliberalismo, “fueron los que resistieron”, pero cuando la había que poner, cuando decenas de miles de jóvenes pugnaban en diciembre del 2001 por ocupar la Plaza de Mayo para “que se vayan todos” y era preciso poner el cuerpo a la criminal represión policial, la CGT conducida por Daher, el Movimiento de Trabajadores Argentinos , conducido por Moyano y la CTA, sacaron a sus militantes de la calle y los mandaron a la casa. La firmeza o inteligencia política con que las cúpulas sindicales habían acompañado la lucha popular es muy discutible, pero lo que no admite discusión es que, en el momento decisivo de la rebelión, cuando la represión cortó una treintena de vidas, el “Movimiento Obrero Organizado”, como les gusta decir, faltó a la cita. La parálisis de la dirigencia sindical cuando el régimen se hundía en el descrédito y la clase dominante en una total confusión, ilustra la impotencia y decadencia política a que había llegado la conducción del movimiento obrero. Pero lo que termina de descalificarla es que aceptaron mansamente el brutal “ajuste” antiobrero con que Duhalde salió de la “convertibilidad” vía devaluación, lo que significó lisa y llanamente un robo a nuestros ya magros salarios. Concluyendo: las cúpulas sindicales “se borraron” en momentos decisivos de la lucha. Minimizaron el posible aporte del movimiento obrero organizado a la rebelión popular y, al hacerlo, no solo debilitaron la movilización en general, sino que en particular facilitaron el brutal agravamiento de la explotación a los trabajadores mismos. Privilegiaron resguardar sus intereses “corporativos”, alejados del resto de los trabajadores. Por eso te insistimos, los viejos burócratas sindicales ayudaron a mantener en la pasividad al movimiento obrero organizado y en la actualidad cuando los jóvenes que recuperamos el trabajo, pero andamos de un lado para otro, por agencia o precarizados, que cobramos los salarios más bajos, donde nos resulta imposible ahorrar un mango para compra un terrenito y construir nuestra casa como lo hicieron nuestros padres y abuelos, ahora callan y solo buscan en la política algún puestito para seguir manteniendo sus privilegios. No será sencillo sacarse de encima la loza burocrática que hace negocios a espalda de los trabajadores, que persigue a los jóvenes luchadores y recuperar la otra tradición de nuestro gremio. Para asumir este desafío debemos también atrevernos a oponer, a la tradición que recurre y cultiva la burocracia, la memoria de las luchas y de los combatientes que la historia oficial enterró, pero nosotros podemos y debemos rescatar . Repasando la historia a contrapelo, podremos saltar sobre un abismo de sangre y olvido para reencontrarnos con los vencidos de ayer que, a pesar de la derrota, o precisamente porque fueron derrotados, siguen denunciando a los traidores, advirtiéndonos sobre el peligro que nos acecha, recordándonos en definitiva que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Aquellas constelaciones o relámpagos rebeldes de la resistencia peronista, del Cordobazo, de las coordinadoras interfabriles, y mucho más cerca aún, de Darío Santillán en la estación que bautizó con su gesto solidario y con su sangre, nos orientan, nos iluminan, nos dan fuerza. Los jóvenes metalúrgicos de La Fragua, somos parte de la juventud que sabe que no “está perdida”. La juventud que entiende que su rol histórico es aportar a la resistencia y a un proyecto emancipador. Nos reclamamos herederos de la rica historia de la juventud argentina: la del 17 de octubre, la del Cordobazo, la que dio hasta la vida en los sesenta y los setenta, la que resiste y pelea junto al pueblo trabajador. Nuestra generación tiene en esta hora, el deber y la enorme responsabilidad de devolverle a los jóvenes la esperanza, la utopía, el sueño de que es posible hacer el mundo de nuevo, el ideal de poder construir juntos y desde abajo una sociedad distinta. Nuestra generación asume el desafío de que los miles y miles de jóvenes que en cada taller, en cada fábrica expresan su rabia contra la precarización, contra el forreo de los jefes, con el patoterismo de los burócratas sindicales, vuelvan a creer en un proyecto colectivo, que vuelvan a sentir la necesidad de organizarse con sus pares para dar la pelea juntos